El teletrabajo ha traído muchas novedades a nuestra vida y hemos visto cómo distintos espacios de nuestra casa, como el dormitorio de los invitados, una esquina del salón o la misma mesa de la cocina se han convertido en despachos. Nos hemos dado cuenta de que, además de la mesa de trabajo, han proliferado cajoneras archivadoras, estanterías donde organizamos todo el papeleo y dispositivos electrónicos como impresoras. ¿Y qué han traído todos esos dispositivos y todo ese papeleo? Más polvo y más suciedad acumulada en rincones imposibles.
No nos damos cuenta, pero al convertir nuestra casa en nuestra oficina ha acarreado el tener que limpiar más y más a menudo zonas que antes apenas limpiábamos porque no las utilizábamos continuamente. Para ello, te vamos a dar una serie de consejos que puedes seguir para tener tu hogar oficina limpio.
Contratar un servicio de limpieza de hogares
Entre el teletrabajo y el cuidado de nuestros hijos o familiares cercanos, cada vez tenemos menos tiempo, por lo tanto, hay que pensar que puede ser buena idea contratar un servicio doméstico de limpieza en los hogares como el que nos ofrece limpiezasfernandezaguilar.com.
Pensad que, cuando trabajamos en una oficina, había un servicio de limpieza allí que venía por las tardes o por la mañana muy temprano, que se encargaba de limpiar suelos, vaciar papeleras, limpiar la superficie de las mesas, los baños y demás. Esa comodidad la hemos perdido con el teletrabajo. Hay empresas que pagan a sus trabajadores el equipo (ordenadores, teclados) e incluso parte del mobiliario, como la silla de la oficina. Por este motivo, no nos parece descabellado pedirle a nuestra empresa un servicio de limpieza para el despacho, como el que disfrutábamos en la oficina y que ahora se están ahorrando.
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Fijar una rutina de limpieza dentro del horario laboral
Si tu empresa rechaza tu petición y si no te puedes costear pagar un servicio de limpieza de hogares, no te queda más remedio que limpiar tú mismo o misma tu despacho. Eso sí, intenta que esté dentro del horario laboral, ya que no es justo que te acarree trabajo extra. Para ello, hay un par o tres de rutinas que puedes seguir diaria o semanalmente para que no se te acumule la suciedad y el polvo en un lugar que, os recuerdo, habitamos durante al menos 8 horas al día y que tiene que ser saludable.
Recoger la mesa cada día
De entre estas rutinas, está la de recoger y limpiar la mesa cada día. Piensa en que, 10 minutos antes de acabar de trabajar, es buena idea archivar todo el papeleo, volver a poner los utensilios (bolígrafos, grapadoras, calculadoras, tijeras…) en su sitio y, así, mantener guardado y ordenado. No está de más pasar un trapo por la superficie de la mesa, aunque quizás esto puedas hacerlo cada 2 ó 3 días.
Limpiar el teclado y la pantalla una vez a la semana
No sabéis la de cantidad de suciedad que se acumula entre las teclas del teclado. Así que al menos, una vez a la semana, hay que ponerlo bocabajo para sacar todos los restos de pieles muertas, trocitos de goma de borrar, de comida que haya podido caer y limpiar las teclas con alcohol. Una vez al mes, deberías sacar las teclas para poder limpiarlo bien y volverlas a colocar. Es tedioso, pero necesario para nuestra salud.
Aspirar y fregar el suelo
Pues sí, el suelo, además de rayarse con las ruedas de la silla, hay que limpiarlo. Si tenéis robot aspirador en casa, podéis aprovechar para que pase por vuestro despacho a diario, pero un día a la semana hay que retirar archivadores y cables para poder aspirar bien y, por supuesto, fregar luego, como en cualquier otra estancia de la casa. No nos podemos olvidar, tampoco, de quitar el polvo en estanterías, bandejas archivadoras y demás.
De nuevo, pensad que esto es parte de vuestro trabajo y que la empresa se está ahorrando esta partida del presupuesto, por lo tanto, hacedlo dentro del horario laboral, si no os sentiréis que están abusando de vuestra bondad.
Espero que estos consejos de limpieza para el hogar os hayan servido de ayuda y que podáis trabajar en casa dentro de un espacio habitable y saludable, tanto para vosotros, como para vuestros familiares.